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Publicado el 21 Octubre, 2013 por Agrorganics en
Coliflores, Coles, Cultivos, Descripción de plagas, Huerto, Control de plagas
Las orugas de las coles y coliflores son de aquellas
plagas clave de las que difícilmente nos libraremos si queremos hacer
estos cultivos. Casi siempre, con mayor o menor intensidad, tendremos, y
debemos aprender a convivir sin sufrir demasiados daños. Este es el
objetivo de esta entrada.Ciclo biológico e identificación
En primer lugar, debemos saber que podemos encontrar dos tipos de orugas en coles y coliflores. Pieris brassicae y Pieris rapae. En fase de mariposa, ambas especies son de color blanco, con manchas negras que según posición y forma nos indican cuál de las dos especies es, así como si se trata de machos o hembras.Tienen varias generaciones anuales.
La primera la realizan en malas hierbas de la familia de las brásicas, y es a partir de la segunda y tercera que empiezan a interferir en nuestros cultivos: Es el momento en que pueden encontrar coles y coliflores en los campos.
La segunda generación se da hacia julio, y la tercera hacia septiembre / octubre. Seguro que habréis observado durante estos meses unas bonitas mariposas blancas de vuelos erráticos, a menudo en parejas, como si jugara a perseguirse (ya podéis imaginar qué están tramando..)
Las puestas de Pieris brassicae son muy visibles. Son lo que seguro muchos habéis observado: Agrupaciones de huevos amarillos (varias decenas) con forma de barriletes todos muy bien ordenados. Las de Pieris rapae suelen ser individuales, por lo tanto no son fáciles de ver.
Una vez los huevos eclosionan, las orugas comienzan a devorar hojas. El comportamiento y los daños observados son otra oportunidad de diferenciar ambas especies. Pieris brassicae tiene un comportamiento gregario, por lo que alarman más. De pronto nos encontramos docenas de pequeñas orugas todas juntas, de un color verde amarillento y con manchas negras, que comen hojas con gran voracidad, dejando solamente las nervios. Si no somos entomólogos, digamos que no son muy "agradables" a la vista.
En cambio, las larvas de Pieris rapae las encontraremos generalmente aisladas. Son de color más verdoso, con puntos negros y amarillos diminutos. Los daños también varían. A menudo encontramos daños circulares y más irregulares en cuanto a intensidad. (no devoran totalmente la hoja dejando los nervios). Sin embargo, una vez encontradas las lesiones, no debe costar encontrar cerca la oruga culpable.
Medios de control
Si tenemos varias plantas, podemos ir repasándolas y aplastando las puestas, muy visibles. También podemos usar, desde el momento del trasplante, mallas de protección como las que utilizaríamos para proteger de los pájaros nuestros cerezos. Sólo hay que saber que las mariposas hacen entre 4 y 7 cm, por lo tanto, cualquier paso de malla inferior nos sirve. Esta solución es infalible, pero sólo viable para pequeñas parcelas.Si nuestra plantación es grande, tendremos que recurrir a tratamientos con Bacillus thuringiensis desde la detección de las primeras puestas. Como ya hemos comentado cuando hemos hablado del Bacillus thuringiensis, sólo es realmente efectivo se con orugas recién nacidas. No obtendremos resultados satisfactorios si tratamos de eliminar orugas más grandes. Es por eso que los tratamientos se deben hacer cuando tengamos puestas, no orugas. Y hacerlo de forma preventiva.
¿Y si ya tenemos las orugas dañando el cultivo?
En este caso, si hace tiempo que estamos en ecológico y el nivel de daños no es importante porque ya hemos eliminado mucha población con Bacillus thuringiensis , podemos dejar que trabaje la fauna auxiliar.Estas orugas tienen un parásito implacable : Cotesia (=Apanteles) glomerata. Es un pequeño himenóptero que deposita los huevos en el interior de las orugas , sobre todo de Pieris brassicae , cuando éstas son pequeñas. Las larvas se alimentan de los tejidos de la oruga, respetando deliberadamente los órganos vitales para poder completar todo su ciclo en el interior manteniendo la oruga con vida. Una vez la han finalizado, perforan la oruga y salen al exterior, donde se agrupan en unos capullos tejidos con las pupas en el interior, de color amarillo.
Una vez hacen la metamorfosis, se convierten de nuevo en pequeñas avispas que volverán a parasitar más orugas. Si somos observadores, en cultivos de col y coliflor con presencia de orugas no cuesta identificar estas avispillas de pocos milímetros con dos antenas negras bastante visibles buscando su presa. Presentan más actividad hacia el mediodía .
¿Como sabemos si las orugas están parasitadas?
Síntomas como poca movilidad , falta de alimentación o la falta de reacción cuando las tocamos son indicativos de que en el interior está pasando algo. En este caso conviene dejarlas para permitir al parásito terminar el ciclo vital. Serán nuestros mejores aliados y nos interesa tenerlos en nuestro ecosistema.
¿Y si ya tenemos daño económico?
En casos severos, tendremos que recurrir a los insecticidas ecológicos. No serán inocuos para la fauna auxiliar, pero nos pueden sacar de un problema puntual.En estos casos podemos usar azadiractina , spinosad o pelitre . Los tres muy efectivos contra estas orugas. Pero insistimos, se deben usar como último recurso.
¿Que podemos hacer para evitar tener?
Cuando busquemos información sobre esta plaga encontraremos dos recomendaciones totalmente opuestas:La primera dirá que debemos tener el entorno limpio de brásicas silvestres, con el fin de que la primera generación (la de primavera) no encuentre alimento cerca de nuestra finca.
La segunda dirá todo lo contrario. Conviene tener el máximo de biodiversidad, y que la primera generación se cebe con la flora silvestre es un seguro para que la fauna auxiliar se instale para poder contener las siguientes generaciones de forma natural (las que realmente provocan daños a nuestros cultivos).
¿Que opináis? Sólo una pista: En ecológico se utiliza una técnica que consiste en dejar en cada finca algunas coles o coliflores sin ningún tipo de tratamiento preventivo para que la plaga tenga donde prosperar. ¿Ahora ya podemos entender que se pretende, no? Estamos sacrificando unas pocas plantas para dejar que nuestro ejército de aliados siempre tenga efectivos.
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